martes, 19 de octubre de 2010

Sindrome de la borrachera seca

Nueva versión con 12 síntomasJosé Antonio Elizondo L.No es lo mismo abstinencia que sobriedadAbstinencia signique se es adicto.Sobriedad signicrecimiento emocional que permita alcanzar la madurez. En otras palabras:la suma de la abstinencia y la madurez constituyen la sobriedad.Muchos alcohólicos dejan de beber pero no crecen emocionalmente.Aunque sean abstemios continúan siendo unos Estas personas padecen lo que se llama “El síndrome de la borracheraseca” (Este síndrome es una forma de neurosis que padece el alcohólico enrecuperación quien sólo se conforma con dejar de beber. Impide la plenitudde vida del alcohólico, provoca que persistan sus problemas familiares,laborales y sociales, y que continúen la insatisfacción y la infelicidad.Asimismo, constituye una de las principales causas de recaídas de losalcohólicos.fi ca simplemente dejar de consumir alcohol o la droga a lafi ca aprender a vivir en abstinencia mediante un continuobebés emocionales.SBS).Lograr la abstinencia es tan sólo el fi n del principioEl verdadero camino hacia la recuperación comienza en el momento cuandose alcanza una absoluta convicción de la abstinencia, cimiento donde seconstruirá el ediHace aproximadamente dos décadas publicamos en la revista órgano ode la Borrachera Seca”. Casi 20 años después de seguir trabajando enprogramas de postratamiento externo para rehabilitación del alcoholismoy otras adicciones, habiendo asimilado nuevas experiencias y desarrolladomas observaciones, considero necesario realizar una segunda versión delfi cio de la sobriedad.Plenitud,fi cial de los Alcohólicos Anónimos, la primera versión del “Síndromesíndrome, corregida y aumentada, integrando un total de 12 síntomas (cuatromas que la primera versión), con el objeto de hacer más comprensibley más completo este fenómeno psicológico que, lamentablemente,continúan presentando muchos alcohólicos, miembros de se conforman con dejar de beber, pero que continúan presentando muchosAA, quienes sólodefectos de carácter sigue haciendo caer en una conducta inapropiada e indeseable como cuandose emborrachaban.Y no es que en el artículo anterior no se consideraran los cuatro síntomasque se han incorporado, sino que se mencionaban implícitamente en la listaoriginal de los ocho. Lo que hacemos ahora es mencionar el fenómeno deuna manera más clara, dándole un nombre propio al defecto de carácter,para que al lector le quede más claro, pueda identimanera poder eliminarlo.La primera versión del Síndrome de la Borrachera Seca está publicadaen el número 5 de la revista compendios de la revista llamados Por otro lado, en Alcohólicos Anónimos el número 12 es muy especial.Tenemos los doce pasos, las 12 tradiciones, las 12 promesas, las 12cosas que no hace Alcohólicos Anónimos, etcétera. Será muy bueno,de hoy en adelante, acostumbrarnos a hablar de los 12 síntomas de laborrachera seca.Y es que es muy importante que un alcohólico en recuperación aspireverdaderamente a la sobriedad y no se quede en la mediocre conformidadde la abstinencia. Si es difícil dejar de beber, es mucho más difícil creceremocionalmente para alcanzar la madurez. No se olvide que la combinaciónde abstinencia de alcohol (y cualquier otra droga) más la madurez emocionaldel individuo es lo que constituye verdaderamente la sobriedad.Tan fundamental es que un alcohólico en recuperación conozca estos12 síntomas de la borrachera seca que me voy a permitir publicar, en lossiguientes números de la revista, un artículo especílos síntomas del Síndrome de la Borrachera Seca. En este artículo sólopresentamos la lista de los síntomas y explicaremos, breve y rápidamente,cada uno de ellos.que les impide madurar emocionalmente y que losfi carlo mejor y de esaPlenitud. Ha sido también reeditada en losLo mejor de Plenitud.fi co para cada uno de1. Inmadurez e infantilismo: detención del crecimiento emocional ypersistencia de las dependencias. La incapacidad de crecer emocionalmente. Aunque ya no bebe, el alcohólicosigue siendo un niño en su manera de pensar, de manejar sus emociones yde actuar. Al seguir siendo un niño en lo emocional, no podrá comportarsecomo un adulto responsable que pueda alcanzar sus objetivos de vida. Comobuenos tales como su madre, su padre, sus hermanos, su esposa, sus amigos,su jefe, etcétera. Esta dependencia impide que obtengan dos condicionesfundamentales en la sobriedad que son la autonomía y la responsabilidad.Es el síntoma esencial de la borrachera seca.bebés emocionales estos alcohólicos siguen dependiendo de fi gurasAl estar atados emocionalmente a otras personas, continúan culpando aéstas de sus fracasos existenciales y siguen jugando el papel de víctimas.2. Actitud permanente de deshonestidad ante sí mismo y los demás.La deshonestidad es un mal hábito que adquiere el alcohólico durante eldesarrollo de su enfermedad. Engaña, miente, inventa pretextos, prometey no cumple, hace trampa, no respeta las reglas de juego, pide prestadoy no paga, ofrece de corruptelas, etcétera. Esta inercia de deshonestidad permanece aúndespués que el alcohólico deja de beber. Le sigue mintiendo a su esposa,continúa sin pagar sus deudas, persisten las promesas incumplidas, entreotros. Con frecuencia sigue mintiendo a su terapeuta o dice mentiras ensu grupo. Le cuesta mucho trabajo la práctica cotidiana de la honestidad.Lo más grave del caso es que muchas de estas mentiras él se las cree,persistiendo esta actitud de evadir su propia realidad y no aceptarla.mordidas para evitar ser detenido y practica otro tipo3. Amargura e insatisfacción emocional por persistencia de losresentimientos. esa plenitud de vida donde sienta la satisfacción por vivir. Está descontento,inconforme, con muchas áreas de amargura en su vida y sin podersaborear las mieles de la sobriedad. Dejar de beber, para él, constituye unaobligación más que una convicción y la recaída suele ser frecuente entre losinsatisfechos existenciales. Además guarda aún muchos resentimientos desu vida pasada que no ha podido superar. Está enojado con la gente y conel mundo. Son los típicos pueden aplicar el A pesar de que ya no bebe, el alcohólico no logra alcanzarborrachos secos encadenados al pasado que nosolo por hoy.4. Permanente sentimiento de culpabilidad con autodevaluación,minusvalía y tendencia al autocastigo. un lastre terrible de culpabilidad acumulado en el pasado y que no se hanlogrado perdonar. Siguen sintiéndose culpables de muchas situaciones,como la muerte de algún ser querido, la enfermedad de alguno de sus hijoso el fracaso de otros, etcétera. Son personas con muy baja autoestima y conuna tendencia muy grande hacia el perfeccionismo. Como no se perdonana sí mismos (aunque los demás ya los hayan perdonado) se sienten menosque los demás y con sentimientos de autodevaluación personal. Paraliberarse de esa carga, desarrollan una necesidad neurótica de expiaciónpor lo que caen en conductas autodestructivas, se sabotean el éxito y nose sienten merecedores de la felicidad. Estas tendencias autodestructivaspueden provocarles una recaída.Estos alcohólicos son los que arrastran5. Egocentrismo, autosuy tendencia a la omnipotencia. compensación neurótica de un complejo de inferioridad y una bajaautoestima que, como a todos los emocionalmente infantiles, los conduce afi ciencia neurotica, mal manejo de la agresividadEl egocentrismo en el alcohólico es launa actitud de sobrecompensación y entonces quieren llamar la atención delos demás. Por eso cuando se emborrachaban se convertían en el de lamiembros de su familia o a sus compañeros de grupo, en su trabajo o a laspersonas en general, desarrollando actitudes conde la agresividad, ue frecuentemente llega a ser ingobernable entrando encontinuos conautosuconsecuencia de la madurez, sino al que sigue pensando que no necesitaayuda de los demás y que él solo se las puede arreglar, lo que lo conduceirremediablemente a decisiones equivocadas para la resolución de susproblemas existenciales. Cuando la autosuen exceso se convierte en omnipotencia, la cual es el defecto de caráctermás grave en el que puede caer un alcohólico. La omnipotencia es unaforma patológica de la soberbia. Un complejo de superioridad que disfrazaun profundo sentimiento de inferioridad que quiere ser compensado.bufoncitofi esta. Una vez que dejan de beber, su egocentrismo lo dirigen a losfl ictivas con mal manejofl ictos con los demás e incapacitándose para la sobriedad. Lafi ciencia neurótica se refi ere no al autosufi ciente productivo que esfi ciencia neurótica se exacerba6. Miedos permanentes: actitud de temor ante los retos de la vida conangustia y tensión continuasangustiados. De hecho ya vivían en tensión desde antes de beber y aquelloque los llevó a su alcoholismo fue la necesidad de aliviar sus tensionespor medio del alcohol. Estos individuos son generalmente muy inseguros,aprehensivos, que viven en constante estado de tensión y que desarrollanmuchos miedos. Miedo a los problemas, miedo a los conlas enfermedades, miedo a las responsabilidades, miedo a ser adultos,miedo al trabajo, miedo a los peligros cotidianos, miedo a la muerte,etcétera. No tienen la posibilidad de vivir en el presente, sino que viveninnstalados en el futuro. Se angustian por lo que no ha sucedido todavía.Esto obviamente afecta su salud, pues viven continuamente en tensióny bajo estrés prolongado, lo que les ocasiona síntomas diversos comodolor de cabeza, dolor de espalda, sudoración, trastornos del sueño y delapetito, entre otros. En ocasiones su angustia es tan severa que puedenpadecer otros desórdenes psiquiátricos tales como fobias, obsesiones,compulsiones o ataques de pánico. Este tipo de alcohólicos en recuperación,independientemente de su grupo de por un psiquiatra.. Muchos alcohólicos viven eternamentefl ictos, miedo aAA deben recibir atención especializada7. Depresión cíclica o permanente con actitudes de pesimismo,desmotivación y baja energía. depresivos. Son personas muy vulnerables en el aspecto emocional queconstantemente se sienten tristes, con baja energía, con incapacidad paradisfrutar de las cosas, tendencia a la tristeza y la apatía, desmotivadosexistencialmente, con pocos deseos de vivir y, en ocasiones, con muchosdeseos de morir. Tanto este síntoma como el anterior (angustia) correspondena lo que se llama trastorno dual, es decir, el enfermo tiene otra enfermedadOtro tipo de adictos en recuperación son lospsiquiátrica además de su adicción, ya que tanto la angustia como ladepresión son enfermedades que afectan la salud mental y por lo tantorequieren de atención médica especializada.8. Ingobernabilidad sexual y sentimental. se caracteriza por la ditipo sexual como de carácter sentimental. Desde antes de iniciar a beberel alcohólico ya presenta estas tendencias. Siendo una gente inseguray con baja autoestima tiene muchos problemas para involucrarse con elsexo opuesto. Es por eso que recurre a la u otras drogas para poderse dar valor y deshinibirse. Bajo el efecto delalcohol se atreve a hacer cosas que no hace sobrio pero mal planeadasy peor manejadas. Cuántos alcohólicos se le han declarado a una mujertotalmente borrachos y después se arrepienten o cuantos otros hanaceptado lado, en estado de intoxicación alcohólica se desencadenan los impulsossexuales más primitivos dando lugar a conductas indeseables comoviolencia sexual (violación, estupro, sadismo) o conducta homosexual.Muchos alcohólicos que ya no beben, continúan en actitudes de violencia sexual, machismo o celos patológicos. Nose puede hablar de sobriedad cuando el alcohólico en recuperaciónsigue controlando, amenazando, golpeando o celando a su cónyuge.Se presentan también problemas de eyaculación precoz, impotencia ofrigidez. La ines otra manifestación de borrachera seca a nivel sexual y sentimental.Muchos de estos ingobernables sexuales terminan desarrollando unaadicción sexual o codependencia sentimental hacia su pareja.El perfi l psicológico del adictofi cultad que tiene para manejar tanto impulsos demuleta emocional del alcoholfi rmar un acta de matrimonio en estado de ebriedad. Por otrosecos porque persistenfi delidad con la pareja y la tendencia a la promiscuidad sexual9. Negación de su realidad no alcohólica con persistencia de los mecanismosde racionalización y proyección. Aunque se mantiene en abstinencia, esteborracho seco sigue negando una serie de defectos de carácter, que no alcanza a visualizarni aceptar y que le impiden un óptimo crecimiento emocional. Este tipo dealcohólicos suelen molestarse mucho cuando alguien los confronta con suszonas erróneas y suelen cambiar de grupo frecuentemente porque se dicensigue siendo un negador. Y aunque ya no niega su alcoholismo,atacados desde la tribunaprofesional argumentando ignorancia de los médicos y psicólogos respectoal alcoholismo y al programa de malo que les pasa.. También rechazan cualquier tipo de psicoterapiaAA. Siguen buscando culpables de todo lo10. Sustitución del alcohol por otras sustancias o conductas adictivas.Muchos alcohólicos dejan de beber, pero sustituyen su conducta compulsivahacia el alcohol por otro tipo de drogas como la marihuana, la cocaína, losinhalantes o las empiezan a desarrollar conductas tales como el juego compulsivo, el sexotachas. Muchos otros dejan de beber, pero en su lugarcompulsivo o la adicción al trabajo. A veces caen en la automedicación depastillas tranquilizantes o se hacen adictos al tabaco. A veces los alcohólicosen recuperación olvidan que el tabaquismo también es una adicción queenferma y mata igual número de personas que el alcoholismo. No hayque olvidar que en el alcoholismo, la conducta de beber excesivamente,es tan sólo el síntoma de un trastorno más profundo caracterizado poruna estructura patológica de naturaleza adictiva cuyo origen es genéticoy que lo convierte en adicto potencial a cualquier tipo de sustancia o deconducta que le provoque una estimulación en el centro de recompensadel cerebro. Esta estructura enferma del alcohólico también lo conduce aun mal manejo de todas aquellas situaciones existenciales que le generanangustia o estrés. A esto se le llama la ingobernabilidad emocional.11. Espiritualidad ausente o muy empobrecida, con soberbia intelectual,tendencia al materialismo y nula o poca fe. físicamente, logran una mejor gobernabilidad de sus emociones y alcanzanuna mejoría en su funcionamiento y adaptación social, pero no experimentanese despertar espiritual que es una condición fundamental para alcanzar unasobriedad íntegra. No hay que olvidar que la esencia del programa de los12 pasos es fundamentalmente espiritual y que además de la recuperaciónpsicofísica y social debe de haber una recuperación espiritual, esto es, larecuperación de la fe. De la fe en sí mismo, en los demás, en el mundo y enun de valores que se vive actualmente y que se reultranza, donde el valor superior es el éxito económico y la posesión debienes de consumo, hace que la gente se aleje de Dios y de los supremosvalores del espíritu. La espiritualidad ausente o empobrecida es tambiénrepropia de ciertos alcohólicos en recuperación que han alcanzado un buennivel cultural, de riqueza, de poder o de prestigio. Esta falta de humildad loshace caer en una soberbia progresiva que puede degenerar en uno de losmás graves síntomas de la borrachera seca que es la omnipotencia. El quepadece de omnipotencia piensa que solo él mismo es su Muchos alcohólicos se recuperanpoder superior que todo mundo tiene incluyendo los agnósticos. La crisisfl eja en un materialismo afl ejo de una soberbia intelectual y de una autosufi ciencia existencialPoder Superior.12. Comportamiento inadecuado en su grupo de alcohólicos anónimos,tanto con sus compañeros como con los principios del programa. falta de crecimiento emocional provoca una distorsión del entendimiento,a tal punto, que el alcohólico en recuperación distorsiona la principios del programa de 12 pasos lo que da lugar a un comportamientoinadecuado en su grupo. Eso lo lleva a interpretar muy a su modo yconveniencia los principios básicos del programa, los cuales enfoca máshacia la compensación de sus carencias neuróticas que al bienestar común,la unidad y el servicio. Lejos de convertirse en un testimonio de sobriedady buen juicio en su manera de comportarse con los demás, se convierteen el típico miembro de Lafi losofía y losAA inconforme y confl ictivo con todo lo que se
El síndrome de la borrachera seca

lunes, 18 de octubre de 2010

Tabla de alcolomania Dr Jellinek

NADIE QUE HAYA PASADO LA FASE 8 PODRÁ VOLVER A BEBER NORMALMENTE


LA TABLA de la ALCOLOMANIA

Por el Dc. Jellinek


El mejor autodiagnóstico
¿Hasta donde llegó Usted?

SE RECOMIENDA SU LECTURA A LOS MIEMBROS NUEVOS Y A TODAS LAS PERSONAS INTERESADAS
EN EL GRAVE PROBLEMA DEL ALCOHOLISMO.


ETAPAS DE LA ENFERMEDAD ALCOHÓLICA

El alcoholismo puede dividirse para su estudio en cuatro grandes
etapas:

I Etapa Pre-alcohólica
II Etapa Agravante
III Etapa Crítica
IV Etapa Crónica


Cada una de estas etapas está a su vez dividida en las distintas fases
que totalizan las 45 barras que pueden observarse al final de esta publicación.

I ETAPA PRE-ALCOHÓLICA

Cuando un individuo se inicia en la ingestión del alcohol, ni él mismo
sabe si llegará a convertirse en alcohólic@. Se calcula, según estudios
estadísticos, que casi el 5% de la población está en alguna etapa del
alcoholismo. Siguiendo el curso de las observaciones estadísticas sabemos que
de cada 100 bebedores corrientes, 5 se tornarán alcoholic@s crónicos.

El primer contacto del futuro enferm@ con el alcohol es el consumo
ocasional de alivio, o sea una afición en la que se considera a las bebidas
embriagantes como una droga tranquilizadora. El aficionad@ bebe unas
cuantas copas y se va a su hogar a descansar tranquilamente sin causar
molestias. Es un camino cómodo descubierto por él para extraerle a la vida
momentos de felicidad y recreo. Sin embargo, el uso constante del alcohol va
modificando el metabolismo químico del organismo y aumenta la tolerancia
para el mismo, o sea que el bebedor cada día acepta mayores cantidades de
licor y siente el mismo efecto que tiempos atrás le hacía una copita. Es en
esta fase que empieza a compararse él mismo con otros bebedores más
débiles que se emborrachan con menos copas que él. Se extraña de necesitar
mayor cantidad de alcohol para llegar a la embriaguez y está convencido que
cada día está aprendiendo más a beber bien.


II ETAPA AGRAVANTE

Esta etapa es puramente sintomática y es el inicio de la carrera
alcohólica.

FASE 1 LAGUNAS MENTALES

Recuerdos borrosos o nulos después de una borrachera; el individuo
no puede reconstruir exactamente lo que ha sucedido en un periodo de
borrachera. Las lagunas mentales son el primer indicio de los graves
problemas que se le avecinan al bebedor que la padece.

En muchas ocasiones, el individuo puede cometer actos antisociales e
incluso matar a alguien durante estas lagunas mentales, sin darse cuenta;
aquello queda olvidado en la más completa amnesia. Incluso puede aparentar
en el momento de sufrir estas lagunas, la más completa lucidez y control de
sus movimientos y ademanes.

¿A qué de deben las lagunas mentales?

Todavía es un misterio el por qué las lagunas mentales no ocurren en
todas las personas que beben; sólo le ocurren a algunos y, en estos, es el
preludio al alcoholismo.

El alcohol circula en el torrente sanguíneo y produce una disminución
en el oxigeno de la sangre que se reparte por el cuerpo y esta deficiencia
momentánea ataca precisamente la corteza cerebral y la priva e alimentación
causando interrupciones en el funcionamiento del consciente mientras dure la
falta de oxigeno a determinadas regiones cerebrales. Esta interrupción del
consciente puede ir desde pocos segundos hasta horas o días, según la
gravedad del caso. El individuo puede seguir actuando con aparente
normalidad y desenvoltura pero sus movimientos son automáticos y no se
registran en el cerebro; el individuo no recuerda ni lo que habla, ni lo que ve,
ni lo que oye. Valga la pena repetirlo; en casos extremos, estas lagunas
mentales con los recuerdos en blanco, pueden prolongarse por días enteros.

Cuando estas lagunas son frecuentes y de larga duración, llegan a
producir deterioros irreparables en el tejido nervioso, lo cual ha sido
comprobado en autopsias de personas que han fallecido por causas de
alcoholismo crónico. Su cerebro se ha encontrado hinchado y con las
ramificaciones y surcos cerebrales deformes.

Las lagunas mentales producen muerte de neuronas cerebrales,
muertes que se multiplican por el efecto acumulativo de la toxicidad del
alcohol absorbido por las células, las fatigas causadas por el desvelo, a falta
de alimentación adecuada, las pastillas para dormir o calmarse, etc.


FASE 2
CONSUMO A ESCONDIDAS

Al principio de su carrera el alcohólic@ trata de ocultar ante las
demás personas que él bebe más de lo normal. Pero ante el irresistible deseo
de beber tiene que hacerlo a escondidas cuando va a una fiesta, reunión
social, etc. Se da cuenta el alcohólic@ que si bebiera descaradamente las
otras personas no comprenderían que él se siente diferente a los otros debido
a que el alcohol empieza a serle un artículo de primera necesidad. En su fuero
interno sabe que todavía no es un borracho descarado, pero se alarma ante la
demanda alcohólica que le hace su organismo.

FASE 3
PREOCUPACIÓN POREL ALCOHOL

Se preocupa por las fiestas a las que está invitado dentro de quince
días; piensa en lo alegre que estará rodeado de sus amigos ingiriendo licor. Se
preocupa, por ejemplo, del bautismo de su hijo y de que probablemente no
tenga el dinero suficiente para comprar grandes cantidades de licor y
celebrarlo dignamente.

Se preocupa de la fiesta de esta noche, donde se enteró se servirá
poco licor y por eso se previene tomándose unas cuantas copas antes..y así
por el estilo podríamos multiplicar los ejemplos.

FASE 4
EL CONSUMO ÁVIDO

La sed por el alcohol va aumentando y se le hace imperativo tomarse
de un solo impulso la primera copa, que empieza con frecuencia a ser un
trago doble para despertar el calor físico y estimular el termómetro
emocional de la alegría. Después de este consumo ávido puede disminuir el
tamaño de los tragos pero no su deseo de ingerir más.

FASE 5
SENSACIÓN DE CULPABILIDAD POR SU
COMPORTAMIENTO DE BEBEDOR


Se comienza a dar cuenta vagamente de que bebe más de lo corriente
y que su vida moral, ante sus propios ojos, está bajando de precio. Surgen los
primeros desarreglos en el hogar y el resultado problemático de las primeras
faltas cometidas; todo ello se ahonda en su sique y empieza a sentirse
culpable y con pena y molestia interna. Pronto descubre que todos estos
conflictos internos los silencia y ahoga, aunque temporalmente, el alcohol.


FASE 6 EVITAR TODA REFERENCIA AL ALCOHOL

No le gusta que le llamen alcohólic@ o borrach@, porque lo toma
como insulto. Si los familiares y amigos en sus pláticas cotidianas se refieren a
la conducta desordenada de los alcoholic@s en general, prefiere no oírlos
porque piensa que lo hacen por referirse a él de una manera indirecta. Si se le
ataca directamente, responde en forma evasiva, que él no tiene problemas
con la bebida y que se comporta como lo haría cualquier bebedor social con la
única finalidad de disfrutar de un momento de alegría.

FASE 7 FRECUENCIA DE LAS LAGUNAS MENTALES

Ya al final de la etapa agravante, se advierte una frecuencia mayor
de esas lagunas mentales, pues el alcohol empieza a deteriorar de manera
apreciable el sistema nervioso. El modo de beber es fuerte, pero no es
alarmante, el alcohólic@ disimula bien su afición y la encubre hasta donde le
es posible pues la compulsión aún no se ha desarrollado mucho y es factible
que el enfermo pueda ser encauzado a través de una campaña preventiva
contra el alcoholismo. El los Estados Unidos se hace una intensiva divulgación
de los síntomas de la fase agravante del alcoholismo entre la juventud, y se
ha observado la afluencia de muchos jóvenes a los centros de tratamiento o a
los grupos de A.A.

El joven que a estas tempranas alturas entiende que es un
alcohólic@, puede decidirse por su propia voluntad a no beber más pues
aunque el alcohol puede ser un vehículo de relación social para otras
personas, para él es un veneno que despierta en su organismo la compulsión
física por ingerir y la obsesión mental por seguir tomando.

Esta fase agravante puede durar desde varios meses hasta varios años
según la constitución física y la preparación cultural del afectado pues las
relaciones sociales y la personalidad ética del enferm@ contribuyen a que se
alargue esta etapa. Sin embargo, se han visto infinidad de casos en los que el
enfermo no pasa por la Etapa Agravante sino que desde la primera vez que
prueba el alcohol entre la Etapa Crítica; estos casos a que hacemos
referencia, indudablemente no ofrecen ninguna resistencia física al desarrollo
de la enfermedad y entran de lleno en el calvario alcohólico.


III ETAPA CRÍTICA

En esta etapa se desarrolla la enfermedad propiamente dicha, una
vez cae el alcohólic@ en su curso y no hace nada por liberarse no se detiene
hasta llegar la destrucción. Se inicia con la necesidad de beber más de una
copa.

FASE 8 PERDIDA DE CONTROL

Una vez que el alcohólic@ bebe una pequeña cantidad de alcohol, por
ejemplo un trago mixto o un vaso de cerveza o de vino, se despierta en él una
apremiante necesidad de beber, la cual lo lleva a embriagarse
completamente, contrario alo que sería la conducta de un bebedor social que
solamente busca una copa para sentirse alegre con sus amigos o para disfrutar
de un aperitivo.

La perdida de control puede despertarse no por iniciativa del bebedor
sino, incluso, por una invitación inesperada que reciba de un amigo u otra
oportunidad para bebidas no programada por él mismo.

Ya cuando se ha recuperado de la borrachera, no es la pérdida de
control por sí misma la que lo hace volver a beber, sino la susceptibilidad
emocional que hablamos antes; el individuo empieza a darse cuenta que
necesita la droga del alcohol para calmar sus conflictos internos y al tomarla
ya no la puede manejar porque se inicia otro periodo de embriaguez. Se da
cuenta con tristeza de que su fuerza de voluntad es insuficiente para dominar
el alcohol y le entra duda de si en verdad está dominado por el alcohol o se
debió solamente a un descuido. Aquí empieza una serie interminable de
pruebas que siempre terminan enana total embriaguez; el asunto de la fuerza
de voluntad adquiere suma importancia para él y cuando surge alguna tensión
emocional bebe una copa abrigando la esperanza de no pasar de allí pero,
tarde o temprano, se da cuenta que esa singular copa es sólo el preludio de
un nuevo periodo de embriaguez; finalmente se da por enterado de que su
fuerza de voluntad se ha esfumado como por encanto y se dispone a
recuperarla pero haciendo uso del alcohol iniciando así otra cadena de
borracheras para demostrarse a sí mismo que es dueño de su voluntad. El
enferm@ no se percata que la fuerza de voluntad no la ha perdido para otras
cosas de la vida cotidiana, pero que para dominar el alcohol definitivamente
sí, y allí está el problema que lo seguirá mortificando en lo sucesivo.

FASE 9 RACIONALIZAR EL COMPORTAMIENTO BEBEDOR

Racionalizar quiere decir convertir los pretextos en razones lógicas
para justificar cada una de sus recaídas en el alcohol; al principio le es fácil
porque las bebetorias no son frecuentes e incluso él mismo llega a creer las
razones que tiene, pero al transcurrir del tiempo tiene que inventar mentiras


para justificar su conducta de bebedor ante los demás y él se da cuenta de
que está mintiendo. Las personas de su medio social se desconciertan y le
creen muchas veces; esto le da seguridad para seguir mintiendo y creerse él
mismo sus propias mentiras.

FASE 10 PRESIONES SOCIALES

Es evidente que su conducta ya es objeto de recriminaciones en el
hogar, comentarios y reproches de parte de los amigos y llamadas de atención
de los jefes y patrones en el trabajo. Ante este acosamiento o presión social,
el enferm@ acentúa sus racionalizaciones poniéndose a sí mismo toda clase de
excusas con las cuales trata de sacar a flote su personalidad.

FASE 11 ILUSIOES DE GRANDEZA

Se empieza a dar cuenta de que ya es menos apreciad@, y que sus
familiares no le creen cuando él dice o promete algo. En el trabajo no lo
ascienden ni lo suben de categoría; más bien consideran un favor el dejarlo
donde está y no correrlo a la calle. Sus amigos empiezan a hablar mal de su
comportamiento desviado, etc. Todas estas actitudes negativas de los demás
lo hacen adoptar un mecanismo compensatorio defensivo que consiste en una
actitud fanfarrona respecto a sus posibilidades sociales y económicas, así
como de su capacidad para desempeñar su profesión u oficio. Si es carpintero,
se cree que hace los mejores muebles del mundo; si su profesión es médico,
llega a creerse él mismo que no hay nadie que se le iguale en diagnósticos y
tratamientos, etc.

FASE 12 CONDUCTA MARCADAMENTE HOSTIL

Sus razonamientos lo inducen a pensar que el resultado de su
conducta no es culpa de él sino de los demás y ello lo hace alejarse
paulatinamente del medio social donde se desenvolvía y a presentar como
defensa a su personalidad en peligro una conducta agresiva como uno de sus
últimos cartuchos; conducta parecida a la de un tigre acorralado cuando ve
que es impotente ante sus enemigos. Esta conducta puede ser de desprecio o
de agresión directa, según sea el tipo temperamental del alcohólic@.

FASE 13 REMORDIMIENTOS PERSISTENTES

Se da cuenta el alcohólic@ que su conducta ha cambiado
ostensiblemente comparándola con el pasado y que su potencial energético,
físico y mental va en bancarrota hacia la disipación y el desprecio, esto,
naturalmente, son secretos internos que le producen remordimientos
persistentes que lo hacen reflexionar positivamente, haciendo probablemente


un postrer examen de conciencia. Más tarde, esa conciencia, aunque la tenga,
no le servirá de nada.

FASE 14 PERIODOS DE ABSTINENCIA TOTAL

El remordimiento y las presiones sociales lo hacen reaccionar diciendo
que va demostrar que tiene fuerza de voluntad y entonces deja de beber
durante cortos o largos períodos, pero tarde o temprano vuelve a caer en
manos de su amo, el alcohol. En el remoto caso de que lograra conservar su
abstinencia, su vida emocional se convertiría en un infierno, debido a que las
tensiones no tienen ningún escape porque el enferm@ usa el mecanismo de la
represión y este mecanismo puede dar origen a trastornos emocionales y
enfermedades de origen inexplicable; va donde un médico general y dicho
profesional nunca acierta con su padecimiento. El alcohólic@ es víctima de
deformaciones síquicas causadas por tensiones emocionales reprimidas.

FASE 15 MODIFICA SUS HÁBITOS DE BEBER

Se da cuenta de que es imposible prescindir del alcohol y empieza a
formarse la idea de que su fracaso en la bebida se debe a que ha usado las
marcas de licor equivocadas y empieza de nuevo a experimentar; que cerveza
nacional o que cerveza extranjera; que tequila amarillo, que tequila blanco;
que Scotch caro, que Scotch barato; que licor de 65 grados oque de 90, etc.
Pero experimentos todos que, tarde o temprano, terminan en la embriaguez.

Después cree que es lo inoportuno de la hora, lo culpable de no poder
controlarse y dice por ejemplo que como aperitivo es bueno un traguito
porque al comer desparece la tentación, oque al acostarse es medicinal otro
traguito porque quita el insomnio y calma los nervios. El resultado de estos
nuevos experimentos no se deja esperar; termina en borracheras. Así el
alcohólic@ en cuanto más dañado de la mente se encuentra, más pretextos
encontrará con el fin de tratar infructuosamente de controlar su manera de
beber. Insiste en tratar de asegurarse a sí mismo de que aún es dueñ@ de su
libre albedrío, de que aún le sirve para algo su fuerza de voluntad; lejos está
de darse cuenta de que a estas alturas el alcohólic@ sólo responde a los
dictados de su enfermedad.

FASE 16 ABANDONO DE AMISTADES

Su esfuerzo por dominar el hábito del alcohol aumenta su agresividad
y no es él quien toma la iniciativa para abandonar a sus amigos, sino que son
ellos los que casi siempre rehuyen su presencia. El enferm@ empieza a
hacerse la pregunta de si el trago estará interfiriendo con sus amigos y sus
actividades.

El sujeto se encuentra acosado por sus problemas familiares, sociales
y de trabajo y descubre que el uso incontrolado que hace de las bebidas
embriagantes interfiere con el curso normal de sus actividades pero a la vez él


sabe que no puede prescindir del alcohol, trata de controlarlo y es posible que
lo consiga por algún tiempo, a veces largo (FASE 14), pero con el transcurrir
inexorable del tiempo la enfermedad avanza y llega el momento en que le es
imposible no sólo controlar el alcohol sino alejarse de él (FASE 18). Se
aprietan cada vez más los tentáculos de ese abrazo mortal con las bebidas
embriagantes.

FASE 17 PÉRDIDA DEL EMPLEO

El alcohólic@ ve con evidencia que su manera de beber afecta sus
actividades cuando sus jefes o patrones lo obligan a presentar su renuncia por
irresponsabilidades en el trabajo y en los casos extremos el enferm@ es
despedido de su cargo sin consideración alguna. Estas experiencias funestas
van creando más sentimientos de angustia e inferioridad en la mente ansiosa
del sujeto lo cual, a su vez, prolongando el círculo vicioso, lo incitan más a la
bebida.

FASE 18 SUBORDINACIÓN COMPLETA AL ALCOHOL

Llega el momento en que es imposible concebir la vida sin alcohol. Se
establece entonces una completa y enfermiza dependencia emocional hacía el
alcohol. Ya el enferm@ no se pregunta ¿cómo afecta la bebida mis actividades
diarias? Sino ¿cómo afectan mis actividades diarias la bebida?

Es decir lo contrario de lo que significa responsabilidad, al pronunciar
cuando se encuentra en la mesa de una cantina: lástima que tengo que ir a
trabajar. Lo que quisiera es pasarme toda la vida bebiendo.

El alcohólic@ a través de todas las fases de la alcoholemia va
considerando cada vez más que el trabajo, los estudios, el deporte, la familia

o las diversiones constituyen un estorbo a su placer obligado de mantenerse
borracho. Poco a poco va entregándose más al alcohol hasta convertirse en su
esclavo como lo vamos a ver en la fase crónica de esta descripción.
FASE 19 APATÍA HACIA OTROS INTERESES EXTERIORES

Pierde interés por lo que antes le causaba distracción como practicar
un deporte o ir al estadio a ver jugar su equipo favorito. Renuncia a las
actividades filantrópicas, culturales, literarias o científicas a que pertenece
por considerar que absorben mucho de su tiempo, para dedicarse a su
diversión principal, el alcohol. Como puede verse, a medida que avanza la
enfermedad va ocupando cada vez más la atención del enferm@ hasta que lo
entretiene completamente.

Se dice que la enfermedad alcohólica es incurable, progresiva e
insidiosa, por las siguientes razones:


ES INCURABLE, porque hasta la fecha no conocemos ningún
alcohólic@ que pueda volver a beber normalmente; se entiende que se
considera alcohólic@ a quien haya alcanzado por lo menos la fase 8 de la
tabla, pérdida de control.

ES PROGRESIVA, porque hasta la fecha no sabemos de ningún
alcohólic@ que habiendo alcanzado cierta fase de la tabla, se estacione en
ella y diga de aquí no paso y lo cumpla bebiendo.

ES INSIDIOSA, porque teniendo el enferm@ una atracción orgánica y
física por el alcohol, en el momento más inoportuno puede volver a beber
aún cuando se haya hecho el propósito firme de no hacerlo. Está demostrado
que casi la totalidad de los alcohóic@s necesitan ayuda externa para obtener
resultados en sus buenos propósitos.

FASE 20
NUEVA INTERPRETACIÓN DE SUS RELACIONES
INTERPERSONALES

Antes de ser problema alcohólic@ conservaba relaciones cordiales y
amistosas con toda clase de personas, pero llegado este punto comienza a
discriminar y establece casi un divorcio con la sociedad de personas que no
beben, y comienza a rodearse de amigos que comparten su afición por el
alcohol, en su afán inconsciente de aislarse va considerando la gente normal
como elemento de choque a la satisfacción de sus tendencias alcohólicas, se
siente criticado y amonestado aunque no sea así, hasta tornarse en un
individuo hosco y huraño en sus relaciones sociales y laborales. Esta fase es el
síntoma inicial de lo que más tarde será un total divorcio con la sociedad.

FASE 21
MARCADA CONMISERACIÓN DE SÍ MISMO

Conmiseración significa sentir lástima de sí mismo, y eso le sucede a
nuestro enferm@ de tanto sufrir frustraciones y hostilidades del medio
ambiente. Llega a tanto su estado que empieza a considerarse un
desgraciado, sufre humillaciones en su trabajo, dentro de su círculo social y
familiar, y en parte de sus amigos que él aún considera sinceros; su estado de
salud en la mayoría de los casos es precario, todo ello viene a sumarse de
golpe y por ello siente lástima de sí mismo y vive en un constante lamento
que indudablemente lo hace desembocar en el alcohol. Todos conocemos
casos de muchos alcoholic@s que rompen a llorar amargamente cuando están
con sus copas, el alcohol libera sus inhibiciones manifestándose el llanto que
en estado de abstinencia no se produciría.


FASE 22 FUGAS GEOGRÁFICAS

Llega el momento en que se siente acosado dentro de su círculo social
y hace suyo aquel refrán que dice que nadie es perfecto en su tierra. Planea
una fuga geográfica y cree que con cambiar de ambiente en otra ciudad o país
donde no le conozcan, su vida será distinta y podrá dejar de beber
recuperando el prestigio perdido.

Piensa que debe de tomar esta medida audaz para resolver de una
vez por todas el problema. Puede irse de su país natal e incluso triunfar, pero
tarde o temprano, lo insidioso de su enfermedad lo hará recaer y recuperará
el desprestigio que según él había dejado enterrado en su propio terruño.
Estas fugas geográficas pueden multiplicarse pero, desafortunadamente, el
resultado es el mismo: rotundos fracasos.

FASE 23 CAMBIO EN LAS COSTUMBRES FAMILIARES

La familia del alcohólic@ que, probablemente antes de ser un
problema el enferm@, llevaba una vida social activa, empieza ahora a aislarse
debido al bochorno y la vergüenza de tener un familiar que, según ellos, es un
vicioso degenerado que por voluntad propia y por gusto particular se está
conduciendo al abismo. Otros casos, por el contrario, son de familias que
antes preferían llevar una vida retraída, pero evadiendo los momentos
dolorosos que se producen en el seno de un hogar alcohólico, prefieren iniciar
una vida social activa.

La más sorprendente conclusión de esta fase es la siguiente: la
familia del alcohólic@ sufre el mismo alcoholismo que el enferm@. Aún sin
beberse un trago, la familia desarrolla los mismos defectos de carácter, los
mismos resentimientos y estados de conmiseración. Lo único que le falta para
completar el cuadro es el alcohol, y algunas veces lo tienen.

El constante estado de martirio en que mantiene a su familia durante
años, puede desencadenar en ellos enfermedades de origen sicosomáticas,
por ejemplo, la alta tensión arterial, la artritis, reumatismo e incluso la
diabetes.

Los niños hijos de alcohólic@s, de por sí, son irritables. Se les
desarrolla una neurosis infantil la cual puede manifestarse por neurosis
nocturnas como orinarse en la cama, mala conducta en el hogar y en la
escuela, retraso escolar, etc.

Aunque haya dejado de beber, la situación del hogar de un alcohólic@
es muy difícil y lo más probable es que necesite orientación.

FASE 24 RESENTIMIENTOS IRRAZONABLES

La conmiseración de sí mismo, avanza hasta convertirse en
resentimiento, o sea un estado que se designa como la cúspide de la


enfermedad moral. Resentir, como su significado lo indica, es volver a vivir
las injurias recibidas y, en general, desencadena una infección espiritual
donde los microbios son las emociones reprimidas. El YO se encuentra
indefenso y puede llegar a destruirse completamente, exhibiendo el individuo
afectado un deterioro moral marcado, muchas veces irreparable. A estas
alturas hay fuertes complejos, arraigados como tumores espirituales malignos,
y una consciencia derrotista que hacen aparecer al alcohólic@ como un real
deshecho físico, mental y espiritual. Ahora tiene envenenada el alma, llena
de odio, rencor, envidia y perfidia. No puede perdonar y no quiere tampoco,
porque ha empezado a desintegrarse moralmente y desea inconscientemente
alcanzar la máxima destrucción.

FASE 25 PROTECCIÓN DE SU ABASTECIMIENTO

Su constante preocupación por no encontrarse desprovisto de su dosis
necesaria, lo hace esconder provisiones de licor en los lugares menos
esperados, lugares apartados de su casa, jardín, empleo, etc. Y así en el
momento en que le apremie la compulsión por beber no sufre las
consecuencias de la cruda.

FASE 26 DESCUIDO DE LA ALIMENTACIÓN

El consumo constante de alcohol va produciendo una irritación de las
paredes gástricas lo que a la larga trae la falta de apetito. Ahora va a
necesitar un aperitivo para comer bien, y con el tiempo con sus continuas
bebetorias va a olvidar sus horas reglamentarias de alimentación o va a
establecer un desorden en las mismas. Llega el momento en que esta falta de
alimentación le puede producir trastornos por carencia de vitaminas o por
debilidad general. El organismo se va minando, iniciando así la aparición de
enfermedades graves.

FASE 27 PRIMERA HOSPITALIZACIÓN

Debido al constante consumo de alcohol, el enferm@ puede llegar a
requerir los auxilios médicos. No es necesario que el alcohólic@ sea internado
en un hospital o casa de salud, para que se cumpla esta fase de la tabla.

La reclusión hospitalaria puede llevarse a cabo en su propia casa de
habitación. El motivo de esta hospitalización puede incluir desde la simple
intoxicación hasta la más grave de las enfermedades físicas o mentales
desencadenadas por el alcohol. Conforme las recaídas van sucediéndose, las
hospitalizaciones o tratamientos médicos particulares se hacen necesarios con
mayor regularidad.


FASE 28 DISMINUCIÓN DEL IMPILSO SEXUAL

Uno de los primeros síntomas de debilidad orgánica es la disminución
del impulso sexual, la cual se da en una forma completa, en alrededor de la
mitad de los casos.

Es oportuno indicar que el alcohol produce una acción destructora
sobre las células germinales y en muchos casos produce esterilidad. Entre los
consejos que dan los profesionales podemos adelantar el siguiente:

Para concebir un hijo, ni aún las personas no alcohólicas deben de
excederse en el uso del licor pues los espermatozoides son muy susceptibles a
la acción del alcohol y a la hora de fecundar el óvulo femenino se pueden
encontrar en una condición débil e insana, de ahí las serias taras hereditarias
en algunas generaciones de alcohólic@s.

FASE 29 CELOTIPIA ALCOHÓLICA

Ya sea la impotencia sexual, o la constante desavenencia en el hogar,
predispone al enferm@ a creer que su compañer@ de vida le está siendo
infiel, desencadenando así celos infundados la mayor parte de las veces, en
ocasiones originando serias tragedias pasionales, siendo estas de mayores
proporciones si ya el alcohólic@ padece de crisis alucinantes. Los celos se
apoderan de su mente como idea obsesiva, bebe más, complicando así la
posibilidad de un buen entendimiento con su cónyuge.

FASE 30 BEBIDA REGULAR MATUTINA

El terrible estado de ansiedad, el malestar físico, las crudas, los
temblores y la inseguridad síquica, hacen imposible que el alcohólic@
empiece el día sin el auxilio de la primera copa al levantarse.

Esta fase señala el final de la etapa crítica y es el preludio de la
etapa crónica.

La bebida empieza al levantarse. El enferm@ aún trata de no
desatender sus obligaciones laborales y con el auxilio de ese trago soporta
más o menos las primeras horas del día, necesitando a intervalos otras dosis
de sostenimiento hasta que llega la hora de concluir sus labores y poder
intensificar la borrachera durante la noche y así seguir con la cadena
interminable de tragos.

La duración de este período de la alcolomanía depende de la
constitución física del enferm@ o de su grado de cultura o formación ética. El
trata por todos los medios posibles por no llegar a la ruina y se sobrepone por
cortos períodos para no caer en el desprestigio social; no obstante su lucha,
sus resistencias sucumben ante la compulsión física y la obsesión por la
bebida: la enfermedad sigue su marcha.


IV ETAPA CRÓNICA

Con la bebida regular matutina va adquiriendo la necesidad cada vez
más apremiante por el alcohol para calmar sus tensiones emocionales y va
necesitando constantemente su auxilio como droga. Lo que ahora empieza a
ser más necesidad que hábito se vuelve constante y entramos ya en la etapa
crónica o sea la bebedera continua en una carrera desembocada al desastre
que se mantiene en marcha inercia.

FASE 31 PERIODO DE EMBRIAGUEZ PROLONGADA

La ingestión constante de alcohol debilita su capacidad física y de una
vez por todas se encuentra bebiendo sin interrupción; se le ve por las cales a
todas horas; con ese sistema de beber es difícil que pueda sostener su empleo
por mucho tiempo y es despedido definitivamente de su trabajo, y si había
logrado conservarlo hasta ahora era por excesiva tolerancia de sus jefes o por
muy buena salud física del enferm@ alcohólic@ que le permitió resistir por
largo tiempo los embates del alcohol antes de destruirse; a través de estos
periodos va perdiendo sus salud física y mental, su poco prestigio laboral y el
decoro social. Económicamente la mayoría llegan a la quiebra, incluso os que
poseen algo de dinero, y se ven forzados a implorar la bondad de los amigos y
en último caso la caridad pública; la familia ha llegado a tal grado de
desesperación, que es muy difícil que los toleren, casi siempre se oyen
expresiones refiriéndose a él como la oveja negra, y se resignan a perderlos
en los laberintos callejeros y llegan, con el tiempo a negar todo parentesco
con él por considerar bochornoso que un miembro de la familia haya caído tan
bajo.

Este divorcio completo con la sociedad, desde luego, le hace buscar
más el alcohol para mitigar su miseria física, mental, social y espiritual.

FASE 32 DETERIORO ETICO MARCADO

Estas experiencias han derrumbado su moral de tal forma que lo
hacen olvidarse de todo y andar por el mundo exhibiendo su miseria, se niega
a sí mismo, ni él cree lo que es ahora: un real bagazo humano, que en sus
pocos momentos de lucidez se remonta al pasado de lo que fue, de lo que
pudo haber sido y de lo que nunca ya será, acosado por el estupor alcohólico
en que vive.

En algunos casos ya no le importan los medios para conseguir dinero
para consumir alcohol, lo que le interesa es embriagarse, vivir de la fantasía y
olvidarse del presente. Ya no desea reincorporarse a la vida social, porque
todo lo cree perdido. El odio, la envidia, la ira y el resentimiento
entenebrecen su espíritu y lo hacen hundirse más en su flaqueza moral.


FASE 33 DISMINUCIÓN DE LAS CAPACIDADES MENTALES

El excesivo uso del alcohol durante largos años ha producido estados
constantes de intoxicación en el cerebro. Las neuronas son las únicas células
del organismo que no se reproducen. A causa de la intoxicación del alcohol,
mueren por millares, lo que explica entonces como el cerebro del alcohólico
se va deteriorando. Su concentración, atención, memoria, juicio y raciocinio
disminuyen y se va apoderando de él una constante fatiga mental, son ahora
muy pocos los chispazos de lucidez que tiene, casi siempre bajo el estímulo
del mismo alcohol. De aquí en adelante su sistema nervioso en general irá en
completa decadencia.

FASE 34 SICOSIS ALCOHÓLICAS

SICOSIS: Significa desorden mental en grado extremo o patológico;
prácticamente es un divorcio completo con la realidad ambiental, el
pensamiento y la acción pierden su hilo normal y se amoldan a un cuadro
clínico patológico de acuerdo con el tipo de sicosis.

DEMENCIA: Es la total ruina síquica. Todas las sicosis llevan a la
demencia.

LAS SICOSIS ALCOHÓLICAS

Son aquellas que se originan debido al uso excesivo del alcohol, es decir, el
alcohol es un elemento físico determinante pero desde luego, hemos
comprendido que la verdadera causa no se encuentra en el veneno mismo, sino
en la personalidad de quien lo bebe.

Todo alcohóic@ es presa de una ansiedad que crece hasta convertirse en
angustia impotente ante un peligro real o ficticio. La ansiedad y angustia no son
más que situaciones originadas por sus propios conflictos internos y frustraciones
con el medio ambiente.

El alcohol alivia la angustia, estimula los sentidos, disminuye la fatiga y a
medida que se bebe produce una sensación de seguridad y autosuficiencia, se
olvida el pasado y se ve con ojos soñadores hacia el futuro, mientras el presente
es color de rosa; pero como sucede en los castillos de naipes, el ilusionismo se
rompe y vuelve la triste realidad a reaparecer con otros agravantes más, y para
borrar esto.sigue la cadena de engaños a sí mismo durante el alcoholismo
crónico.

En los círculos científicos todavía hay desorientación respecto al origen de la
enfermedad alcohólica, y también acerca del origen de la sicosis, sin embargo, si
se ha comprobado que el diez por ciento de alcohólic@s mueren en un hospital
de enfermos mentales, víctimas de alguna de las 8 sicosis más comunes en los
alcohólic@s, y otro porcentaje elevado, 15%, se hacen acreedores a trastornos
nerviosos sin llegar a la sicosis.

Lo cierto es que el alcohólic@ se caracteriza por una angustia y preocupación
significativamente elevadas unidas a una tolerancia muy baja a las presiones de
la vida. Su angustia parece resultar de la pérdida de control en las situaciones
agudas de tensión que no puede soportar y de las que intenta escapar
inmediatamente.


Conforme los mecanismos defensivos sicológicos del alcohólic@ se debilitan y
la tensión de sus conflictos o de la realidad aumenta, pueden aparecer signos
muy acentuados de angustia. Es por eso que cuando no ha bebido, el alcohólic@
está inquieto e irritable, aprensivo, triste o deprimido y cuando la angustia se
desvanece y los impulsos reprimidos se liberan bajo los efectos del alcohol,
aparece una tonalidad efectiva eufórica, un sentimiento de autoconfianza y
despreocupación por sus responsabilidades, una tendencia a la fantasía y a las
compensaciones, todo lo cual, proporciona un falso sentido de seguridad.

INTOXICACIÓN ALCOHÓLICA

Es una forma simple de sicosis que se produce en personas alcohólicas o no,
de temperamento histérico. Su cuadro clínico puede durar desde unos minutos
hasta un día completo. Se dan ciertos síntomas patológicos, pero desaparecen
con el tratamiento médico, el enferm@ casi no recuerda nada y en poco tiempo
se reincorpora a la vida normal.

DELIRIUM TREMENS

Es la sicosis alcohólica más conocida por el público; de causas complejas a la
que contribuyen muchos factores anatómicos y fisiológicos como factores
metabólicos, disminución de la función antitóxica del hígado, falta de
oxigenación cerebral, incremento de los ácidos gástricos, deshidratación y
carencia de vitaminas del complejo B. Por lo general el delirium tremens aparece
a los pocos días d haber dejado de beber; sin embargo, en ocasiones se presentan
a las pocas horas de la interrupción de la bebida ya en casos avanzadísimos en la
enfermedad alcohólica. Se manifiesta principalmente por ilusiones y
alucinaciones.

ILUSIÓN: Es la mala interpretación de la realidad ambiente. El enferm@ ve
por ejemplo una sábana que se mueve y cree que es un fantasma; oye una gota
que cae del lavamanos de su casa y cree que le está hablando e incluso
insultando, etc.

ALUCINACIÓN: Es una percepción sin objeto. El enferm@ percibe toda clase
de imágenes fantásticas que solo tienen existencia real en su mente, proyectadas
en el ambiente físico. Por ejemplo, oye una sinfonía o selección musical, ve
animales (prehistóricos, insectos enormes, etc.), siente olores extraños en su
habitación, sabores desconocidos en la comida y puede creer que lo están
envenenando, etc. Las alucinaciones pueden afectar todas las percepciones y de
acuerdo con el sentido que afecten, así su nombre: visuales, táctiles, olfativas,
auditivas, gustativas.

Las alucinaciones adquieren una realidad impresionante que hacen vivir al
enferm@ momentos de zozobra, casi siempre empiezan después de un
alcoholismo crónico de 3 o 4 años, y ante el desasosiego mental es imposible que
el enferm@ pueda dormir. Por ejemplo, el enferm@ ve que se acerca un enano
verde hablándole con frases amenazadoras y además lo pellizca.

El cerebro está por lo general inflamado, hay degeneración más o menos
marcada de las células nerviosas, daños graves en el cerebelo. Suele haber
hemorragias puntiformes y una especie de meningitis.

El delirium tremens tiene una duración que oscila entre los 3 y 10 días.
Durante el tratamiento jamás debe sujetarse al individuo por medio de una
camisa de fuerza, envoltura en sábanas, etc., porque ello puede ser mortal. Los
reincidentes casi siempre mueren de neumonía cardiaca.


SICOSIS DE KORSAKOF

Es una enfermedad que afecta al sistema nervioso y es de origen alcohólico.
Tiene una similidad sintomática con una parálisis general progresiva. El enferm@
de Korsakof padece de una deficiencia de vitamina B, principalmente tiamina y
niacina.

La consecuencia tiene una apariencia clara, pero en realidad se producen
pérdidas de la memoria principalmente para los hechos cercanos de su vida, por
ejemplo: ¿qué desayunó hoy? .no se acuerda; ¿quién le telefoneó? .no se acuerda;
¿Dónde puso el libro que estaba leyendo y cuál era el título del libro? .no se
acuerda, etc. Y sin embargo, si le preguntáramos por hechos que transcurrieron
hace 20 años, ¿Cuándo nació Mario, tu hijo mayor?, es posible que nos diga el día,
la fecha y la hora del nacimiento, y nos adorne con detalles cada uno de los
aspectos relevantes del acontecimiento. Pero al seguir la reincidencia en la
sicosis de Korsakof desaparece la memoria también para los objetos lejanos.

Nuestro enferm@ es de humor jovial, pero casi no puede identificar a las
personas, hay ausencia de los reflejos rotulianos, y aparece un terrible dolor en
las piernas, principalmente en el curso que siguen los nervios. Se presenta más
en el sexo femenino que en el masculino, su duración oscila entre las 6 y 8
semanas, y casi siempre la recuperación es completa, a menos que haya
reincidencia las cuales causan deterioro de la memoria y, en algunos casos,
deterioros intelectuales, emocionales y éticos.

ALUCINOSIS AGUDA

Es un cuadro esquizofrénico desencadenado por el alcohol; se presentan los
mismos síntomas del delirium tremens, un tanto intensificados, las alucinaciones
auditivas más claras, y los enferm@s son víctimas de un miedo terrible; las
alucinaciones o voces lo acusan de inmoral, homosexual, indecente y sucio; oye
disparos y ruidos amenazantes, alucinaciones olfativas o visuales. Es tanta la
desesperación del enferm@, que puede llamar en su auxilio a la policía, o
armarse en su propia defensa. A ello se debe que muchas veces causan
escándalos y hasta pueden matar a terceras personas.

Según el decir de los psiquiatras, sus conflictos son de origen homosexual, y
casi siempre su homosexualismo es del tipo reprimido; conscientemente hasta
llegan a ignorarlo; pero en muchos casos el alcohol contribuye a la satisfacción
de sus impulsos perversos porque, como hemos dicho, libera las inhibiciones, lo
cual le permite cometer actos homosexuales. Estos actos le producen después
sentimientos de culpabilidad, remordimiento, etc.; originando las voces que lo
insultan. Estas sicosis tienen una duración de unos cuantos días a un mes y en
casi cada recaída del enferm@ se repiten con mayor dureza.

PARANOIA ALCOHÓLICA

Su origen sicológico, según investigaciones siquiátricas es de origen
homosexual reprimido. Empieza un delirio de celos y dudas de infidelidad de
parte de su espos@, es un ser desconfiado y se caracteriza por encontrarle
defectos a todo: sueña con sorprender a su espos@ en el acto con el supuesto
amante (esta clase de alucinaciones revelan el impulso homosexual reprimido).

El pronostico es dudoso, casi siempre el enferm@ continua con sus celos y
continua bebiendo al salir de cada reingreso al hospital. Lo más probable es que
termine quedándose como huésped vitalicio de un hospital siquiátrico.


SICOSIS DEPRESIVA


Es una variante de la sicosis maníaco-depresiva, desencadenada por el
alcohol. Se apodera del enferm@ una inmensa tristeza, la cual puede durar por
meses. Si la persona es reincidente se van afectando los centros emocionales del
cerebro y se le desarrolla una melancolía crónica, o en otras palabras una
tristeza persistente.

SEUDOPARÁLISIS ALCOHÓLICA

Como su nombre lo indica es una falsa parálisis producida por el deterioro de
las fibras nerviosas; la persona puede quedar recluido en una silla de ruedas o
con los brazos inmóviles; se da un tratamiento de complejo B con acentuación de
B-12 y vitamina A. La recuperación al principio es casi completa, pero el
enferm@ reincide, van quedando secuelas irreparables. Mentalmente se
presentan ilusiones y alucinaciones con acentuación del delirio de grandeza.

SICOSIS DELIRANTE CRÓNICA

Esta sicosis al principio presenta las características del delirium tremens con
acentuación de las alucinaciones auditivas; la persona oye voces por todos lados
que lo llaman o lo amenazan e incluso le ofrecen licor, si la persona obedeciera
las órdenes de la voz o voces. Cuando el enferm@ no es multirecaído, las voces
son escuchadas fuera de la cabeza, y de repente se oyen cerca del oído y a veces
tan lejos que les cuesta escucharlas.

Se desarrolla un delirio persecutorio, el enferm@ anda huyendo o
defendiéndose de sus enemigos poderosos casi siempre de ultratumba, etc. Esta
sicosis puede tornarse crónica y el enferm@ queda recluido para toda su vida en
un hospital siquiátrico.

FASE 35 BEBER CON PERSONAS SOCIALMENTE INFERIORES

Con el afán de sentirse siempre superior busca la compañía de
personas que han caído totalmente en el fango moral y material, con
ellas hace recuerdos de sus buenos tiempos y se transporta al pasado; se
relaciona decididamente con drogadictos, delincuentes y alcohólic@s
que han caído más bajo que él. Esta fase puede complicar su alcoholismo
contrayendo hábitos peores que el del alcohol y llegando a generaciones
y perversiones inigualables.

FASE 36 CONSUMO DE PRODUCTOS INDUSTRIALES

Esas mismas compañías de que hablamos lo inducen a ingerir
sustancias que no son preparadas especialmente para beber, sino que
son alcohol impotables y para usos industriales. Estas sustancias son más
fuertes que los licores autorizados por la ley y, desde luego, de un grado
de toxicidad a veces mortal.

En nuestro medio, los que han llegado a esta etapa beben ese
alcohol industrial impotable revuelto con otra clase de bebidas para
rebajarles la potencia. El alcohólic@ que llega a este extremo ya lo ha
abandonado todo y es una escoria social, habitantes ya del peor mundo


del infierno alcohólico y es casi seguro que el que llega allí no sale vivo;
están en un mundo aparte y se les considera tan desgraciados o más que
los leprosos de los tiempos bíblicos. Ellos mismos se aíslan en los
barrancos aledaños a las ciudades, por lo general ya no tienen nombre ni
apellidos, distinguiéndose únicamente por el apodo o sobrenombre;
hablan a medias palabras el idioma de las personas normales pus tienen
su propio léxico de suerte que cuesta mucho entenderles lo que dicen.
Prácticamente son libres porque ni la policía los desea para castigarlos,
los apresan sólo en casos de infracción al orden público o para llevarlos a
un hospital o a una clínica para desintoxicar. Son despreciados por la
gente en la calle, les niegan hasta el agua, los insultan o apedrean, sus
familiares los niegan como parientes, los médicos ya no los reciben en
los hospitales. Su clásica figura es desgreñada, de aspecto barbón, de
pelo sucio y largo; sus ojos son enrojecidos y sanguinolentos, piel de
color rojo y cenizo y de aspecto brillante, pies y tobillos hinchados, paso
inseguro y vacilante. y en fin, la vida de este enferm@ que ha caído en
el peor de los infiernos alcohólicos no es más que la autodestrucción
humana llevada al extremo más infame. Hasta aquí, que se sepa, los
únicos que han podido rescatar a estos hombres perdidos, son los
ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, reincorporándolos a la vida normal en muchos
casos.

FASE 37 DISMINUCIÓN DE LA TOLERANCIA AL ALCOHOL

El organismo se va minando y ahora el enferm@ se embriaga y
llega a la impotencia física y mental con poco alcohol que consuma.
Pasan el día con dos o tres traguitos de alcohol, cuando antes
necesitaban botellas enteras. El organismo sigue minándose a ritmo
acelerado hasta terminar en un deshecho físico.

FASE 38 TEMORES INDEFINIBLES

Su vida síquica está totalmente enferma y destruida, ahora
aparecen las fobias o miedos indefinidos, a veces por motivos irreales
casi siempre alucinatorios originados en las ideas delirantes propias de
su delirio de persecución social. Sufre sobresaltos y dudas. Pierde la
noción del tiempo. No puede distinguir si está viviendo el pasado o el
presente. Le teme al futuro: cada día que llega cree que es el último y
maldice su existencia y la de todos. Ya para esta época ha desarrollado
un odio constante hacia la sociedad y por ello cada momento cree que la
misma lo va a castigar, viviendo momentos de terror y miedos
acentuados por su angustia, culpabilidad y remordimiento.

FASE 39 TEMBLORES PERSISTENTES

En su camino hacia la muerte, meta de su autodestrucción total,
el sistema nervioso del alcohólic@ depende del veneno que bebe, así es
que cuando le falta, lo pide en medio de gritos y temblores persistentes,
pues anatómicamente los nervios han perdido su capacidad de estar en


reposo, aparecen calambres que no son otra cosa que corto-circuitos
nerviosos y todo este infierno personal no se calma sin el auxilio del
alcohol, que una vez ingerido, tiende a empeorar las cosas.

FASE 40
INHIBICIÓN SICO-MOTORA

El funcionamiento del sistema nervioso va decayendo, pues,
según algunos estudios, se van creando centros de irradiación inhibidora
en la corteza cerebral, ya sea por causas emocionales o físicas.

El alcohólic@ no puede apretar una tuerca, o simplemente
abotonarse la camisa porque sus movimientos han perdido la
coordinación y su voluntad ha perdido el control de sus nervios y
músculos que ahora se encuentran embotados. En esta etapa aunque el
alcohólic@ deseara trabajar no puede, su sistema nervioso no se lo
permite.

FASE 41
LA INGESTIÓN DEL ALCOHOL TOMA UN
CARÁCTER OBSESIVO

Llegado a este punto el alcohol se ha apoderado definitivamente
de la mente del enferm@ de modo que su ingestión debe de ser
constante e ininterrumpida, como una gota perenne. Al no poder
prescindir ni un momento del alcohol, se expone a humillaciones de las
más grandes por conseguirlos; si tiene fuerza aún, lo roba, pero él no se
queda sin su dosis, la tiene que conseguir como sea porque su mente
obsesiva le martilla que así debe ser, y aunque esté vomitando el alcohol
y ya no le quepa, sigue ingeniándose para conseguir como comprarlo y
tomarlo mientras esté despierto. La angustia es tan terrible que no le
permite pasar un momento consciente.

FASE 42
VAGOS SENTIMIENTOS RELIGIOSOS

Gran porcentaje de los casos desarrolla un vago sentimiento
religioso, cambia la religión o visita una iglesia o capilla con el propósito
de encontrar un oasis espiritual para su alma enferma. Pocos, pero muy
pocos, se salvan siguiendo métodos religiosos por sí solos. Otros han
perdido la fe completamente en su religión e ingresan a la Masonería, a
los Rosacruces o a organizaciones seudo científicas o astrológicas, o a
sociedades espiritistas en busca de alivio pero lo más seguro es que no la
encuentran. Algunas de estas agrupaciones son magníficas para otro tipo
de personas pero no para el enferm@ alcohólic@.

FASE 43
TODO EL SISTEMA RACIONALISTA SE QUEBRANTA

Llega el momento en que sus razonamientos o pretextos son
objetos de pruebas tan duras ante la realidad, que el mismo enferm@


comprende su triste estado y se encuentra en un callejón sin salida.
Algunos podrían aceptar su enfermedad alcohólica, pero otros muchos
todavía no lo aceptan. Si se le pregunta por qué bebe, luego de falsos
pretextos iniciales como al principio de su carrera alcohólica, terminaría
respondiendo que no sabe por qué, que no le queda casi ninguna de lo
que es su alcoholismo y se resignan a él. Su fin está cercano y reconoce
la verdad de la ruina material de los pocos despojos orgánicos que
constituyen su cuerpo.

FASE 44 HOSPITALIZACIÓN DEFINITIVA

Si tiene la fortuna de ser aceptado en un hospital, allí pasará sus
últimos días. Según las estadísticas médicas un alto porcentaje de
alcohólic@s fallecen de cirrosis hepática complicada con otras
enfermedades que han ido desarrollando y a las que están predispuestos.
Lo cierto es que al final mueren abandonados de la sociedad y en el
peor de los desprestigios.

FASE 45 PERDIDA DE LA VIDA

La última FASE: al alcohólic@ lo espera la muerte en un
hospital, en un manicomio o en la calle por un accidente o muerte
violenta debido a los peligros a que se expone. Algunos terminan sus días
en una cárcel por delitos cometidos bajo los efectos de la embriaguez.

Hoy en día se recomienda a las personas que tienen problemas
con la bebida asistir a los grupos de ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, una
organización que ha demostrado tener éxito en detener la enfermedad
alcohólica. Y hablamos de detener la enfermedad, pues su curación
propiamente dicha, es imposible. Ninguno que haya pasado de la FASE
8 en la tabla de la alcolomanía podrá volver a beber normalmente.

Resentimientos

Daniel Rocha Ortíz
U
forma de procesar la información que proviene de una persona, objeto
o suceso del medio ambiente. Los sentimientos pueden ser agradables
o desagradables. Cuando existe un problema de adicción, tanto el adicto como
sus familiares están la mayor parte del tiempo en contacto con sentimientos
desagradables.
El resentimiento (del latín
al volver a sentir una lesión al orgullo o al ego. Cuando no dejamos ir a los
sentimientos desagradables, se arraigan en lo más profundo de nuestro
ser, y ahí dentro incuban y fermentan su amargura. Pasión de reacciones
tardías, provoca distancia física y emocional; cobardía, frustración por la
incongruencia entre la capacidad real y la que se pretende, es la aversión
física y familiar; con resentimiento se vive malhumorado e introvertido.
Deriva en depresión, furia, descontento, rebeldía, coraje, desequilibrio; se
parece mucho a la envidia y al odio. Sinónimo de tirria, animosidad, rabia,
herida o agravio.
Las principales consecuencias producto del resentimiento son las
siguientes:
- Se evita el bienestar, pues el individuo cree que no tiene
derecho a estar bien, tiene gran necesidad de sufrir o ser mártir,
se resiste a vivir bien.
- Se generan sentimientos destructivos, concentración de todos
los aspectos negativos de la vida, falta de aceptación de uno
mismo y de los demás, ausencia de gratitud: se piensa, se
actúa, se habla y se siente negativamente.
- Se presenta junto con evasión, omnipotencia y la ansiedad.
n sentimiento es un estado de ánimo, una experiencia subjetiva, unasentiré–sentirse, y de re–nuevamente) nace 
- No hay capacidad de razonar, pues la inteligencia se anula.
- El amor se apaga, no hay espiritualidad, se acorta la vida.
- Distorsiona la perspectiva de las di
- Provoca mezquindad y egoísmo.
- Impide crecer.
- Elimina la paz y la alegría de vivir.
Así como la sustancia satisface al adicto, el resentimiento satisface al
codependiente. En la familia del adicto todos sus miembros están en la
espera de la oportunidad para el desquite y, sin embargo, protegen al
adicto por el sentimiento de culpa. Con resentimiento no hay equilibrio
entre dar y recibir. El resentido siente que los demás nunca le han dado
su
Los resentimientos funcionan como una olla de presión: se van acumulando
hasta que se reacciona por el más mínimo estímulo en forma exagerada.
Los resentidos insisten en dominar a quienes los rodean y al mismo tiempo
dependen demasiado de ellos.
Resentirse es inherente a los seres humanos, pero en la enfermedad de
las adicciones sirve como combustible que la retroalimenta. En psicología
se le considera una actitud emotiva caracterizada por desagrado o
antipatía, suscitada por la idea de perjuicio causado a uno mismo o a
otro. Tiende a rebajar los valores de personas o cosas, obedece a algún
fracaso en la vida del juez, según Adler es un sentimiento inconsciente
de inferioridad.
Esta lesión sería leve de no ser porque la nutrimos y cultivamos. Estamos
lastimados e infectamos la herida parque volvemos a tocarla, volvemos a
sentirla y una vez infectada, sólo un antibiótico positivo podrá curarla y
eliminarla. El único antídoto efectivo hacia el resentimiento, es el amor.
Una de las formas más comunes en que el resentimiento se expresa en
el codependiente es la
esté confeccionada según sus especi
La familia del adicto toma el rol de víctima, continuamente se queja de la
opresión y de los ultrajes recibidos, hacen que estos parezcan más grandes
y se tornen más perturbadores, dramatizan y exageran todo lo que les
ocurre. Su ocupación principal consiste en analizar sus infortunios y permitir
que su mente se ofusque con las ofensas y agravios recibidos. Dedican
poco tiempo para agradecer lo que hay de bueno en si vida, para pensar en
todo lo que pueden apreciar y disfrutar.
El resentimiento a menudo conduce a la venganza, justi
desquite contra los agresores, sin detenerse a pensar que tal vez el daño
causado no era intencional, pues la conducta del adicto hacia su familia
es en realidad el contragolpe de su propio sentido de culpabilidad y del
aborrecimiento de sí mismo.
El resentido mantiene la vista en los que causan daño e impide visualizar
su responsabIlidad.
fi cultades.fi ciente y en venganza demanda todo lo posible y toma lo que puede.autocompasión. La actitud se esperar que la vidafi caciones, es invitar a la frustración.fi cando el 
¿Cómo trabajar los resentimientos?
Es más fácil extraer una espina de un dedo, que extraer el resentimiento
del pensamiento, porque se niega su existencia, quien lo padece se ha
acostumbrado a vivir con él, etc. Pero se debe eliminar antes de que siga
esparciendo veneno. Por ello hay que considerar lo siguiente:
• Identi
de nosotros, compartir con otras personas lo que se siente.
• Perdonar las ofensas intencionales o no intencionales.
• Agradecer.
• Informarse, leer, asistir a conferencias, rezar.
• Aprender a no acumular más resentimiento.
• Buscar ayuda psicológica.
• Eliminar los resentimientos por medio de actos positivos de
amor.
• Experimentar sentimientos sanos y espontáneos nos hacen
la vida más bonita.
• Rehabilitar o rescatar la capacidad de sentir espontáneamente
es un paso necesario para trabajar los resentimientos.
• Mantenerse siempre alertas, pues el resentimiento es un
estado interno que forma parte de cada quien, así como la
sangre, los familiares del adicto y el adicto mismo, sacan los
resentimientos y cada vez le ponen un nombre diferente.
Existen algunas técnicas que pueden utilizarse para evitar seguir
resintiéndose.
• Hay que dejar que sea el otro quien se enoje. Un individuo
murió y en su tumba decía el epita
a caer bien”.
• Aprender a manejar la crítica
• Practicar tolerancia, paciencia y comprensión.
• Las palabras nunca nos herirán ni nos cambiarán a menos que
lo deseemos; los golpes y las pedradas podrán rompernos los
huesos, pero las palabras no pueden hacerlo.
Un inventario honesto de nuestros defectos será útil para eliminar
la tendencia a tomar al pie de la letra todo lo que digan de nosotros,
o aceptar las cosas con mayor positivismo y conformidad. La crítica
es el tributo inconsciente que el mediocre y el fracasado le pagan al
hombre de éxito.
En conclusión, el resentimiento es una agresión de otros hombres
—o simplemente de la vida¾ que produce dolor, fracaso o inferioridad;
queda presa en el fondo de la conciencia acaso inadvertida, allí dentro
fi carlo, analizarlo, escribirlo, aceptar que forma partefi o: “Pobre Juan, Dios no le va 
incuba y fermenta su acritud, se in
del resentido se dirige tanto contra el que pudo ser injusto, el que se
aprovechó de la injusticia o contra el destino (Dr. Gregorio Marañón).
El resentimiento se
acción. El hombre fuerte reacciona con directa energía ante la agresión
y automáticamente saca el agravio de su conciencia. Esta elasticidad
salvadora no existe en el resentido, pero si alguna vez alcanza ser fuerte,
estallará tardíamente la venganza.
El alma resentida, después de su primera inoculación, se sensibiliza ante
las nuevas agresiones, bastará una simple palabra o un vago gesto despectivo
para que la llama de su pasión se avive. Todo para el resentido alcanza el
valor de una ofensa o la categoría de una injusticia. El resentido llega a
experimentar una suerte de sed masoquista que le hace buscar o inventar
ofensas si no las encuentra.
Al triunfar, el resentido empeora su pasión, porque para él el triunfo
es la consagración solemne de que estaba justi
esto aumenta la vieja acritud. Esta es otra de las razones de la violencia
vengativa de los resentidos cuando alcanzan el poder, y explica la enorme
importancia que en consecuencia ha tenido esta pasión en la historia.
fi ltra en amarga reacción. La reacciónfi ltra en toda el alma y se denuncia en cadafi cado su resentimiento;
Bibliografía
Marañón, G. Tiberio. Historia de un resentimiento. Diana.

jueves, 14 de octubre de 2010

Alcoholicos Anonimos una solucion para el alcoholico

           Arturo Moreno
Durante mucho tiempo se ha buscado algo que pueda ayudar a la
solución del problema del alcoholismo. En 1785 encontramos los
primeros escritos médicos referentes al alcoholismo como enfermedad.
Así, el doctor Benjamin Rusch se refi ere a una odiosa enfermedad que
perjudica y esclaviza a los hombres. Entre sus ideas, destacan dos hechos
de singular importancia:
a] Que el alcohólico continuará bebiendo hasta morir, y
b] Que el alcohólico necesita ayuda para dejar de beber.
Rusch pedía en aquel entonces el establecimiento de asilos para
los borrachos, a los cuales quería llamar Casa Sobria, en donde se les
proporcionaría a los alcohólicos tratamiento dietético, trabajo, así como
ayuda moral y religiosa.
En 1788, el doctor Thomas Trotter se refi ere a la ebriedad como: “una
enfermedad producida por una causa remota, que da lugar a acciones y
movimientos en el cuerpo, y provoca trastornos en sus funciones”.
En 1826 Justin Edward funda la Sociedad Americana de la Temperancia. Y
sentenciaba con mucho acierto: “los borrachos, si no se reforman, morirán”.
En 1840 aparece un grupo llamado Los Washingtonianos, quienes
llegaron a reunir hasta 4200 alcohólicos; albergaban la esperanza de que
con alternativas de trabajo y apoyo psicológico, así como ayudando a otros,
se ayudaban a sí mismos.
Posteriormente aparecen otros movimientos más, como lo fueron Los
Hijos de la Temperancia y los Buenos Templarios.
En 1830 Samuel Woodward señaló que los alcohólicos eran confi nados
como criminales y locos, y que eran dignos de mejor suerte.
Artículo publicado en la revista LiberAddictus.
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En 1846 se abre en Nueva York el primer asilo para los ebrios. Algunos
más abrieron sus puertas, pero fracasaron por tener problemas en su
fi nanciamiento.
En 1870 se funda la Asociación para el Estudio y la Cura de la Embriaguez,
y publica sus resultados en una revista llamada Diario de la Embriaguez,
que además contenía un directorio de los asilos para alcohólicos.
En 1890 Lewis Duncan M. trató e investigó sobre 4 633 casos de
alcoholismo, y sus observaciones fueron publicadas en la revista Anales de
la Asociación Médica Americana.
Se menciona que para el año de 1902 había en Estados Unidos más de
cien instituciones para el tratamiento de este problema.
Existían también una gran variedad de curas caseras o tomas para
ayudar a reformar al alcohólico. Una de ellas fue el famoso Tónico Parker.
Muchas de estas medicinas fueron analizadas por el Consejo de Salud de
Massachusetts en 1890, encontrándose que todas ellas contenían alcohol
en mayor o menor proporción.
El doctor Leslie Keeley desarrolló un método para la cura del alcoholismo
en base a un biclorito de oro. Este se administraba al paciente durante
cuatro o seis semanas, al mismo tiempo que se le proporcionaba un soporte
de ayuda grupal. En 1898 el Instituto Keeley tenía una membresía de 30
513 miembros, repartidos en 370 ligas locales.
Hace cincuenta y nueve años, el 10 de junio de 1935, nace el movimiento
de Alcohólicos Anónimos en la ciudad de Akron, Ohio, en Estados Unidos.
Debemos tomar en cuenta que Alcohólicos Anónimos es la síntesis de
conceptos médicos y religiosos. En el año de 1950 la Organización Mundial
de la Salud ordena al Consejo de Enfermedades Mentales que investigue y
defi na qué es el alcoholismo. En su próxima reunión en 1953, se defi ne que
el “alcoholismo es una enfermedad incurable, progresiva y mortal”.
En 1960 el doctor Jellineck publica su famoso artículo El concepto del
alcoholismo como enfermedad, que sirvió para que se sentaran las bases
para que los profesionales de la salud se interesaran en el problema.
Así, vemos cómo importantes médicos han contribuido con sus puntos de
vista para que el programa de AA sea diseminado y conocido por diferentes
grupos médicos. El doctor Duncan Silwort; el psicólogo Carl Gustav Jung;
el médico neurólogo Foster Kennedy, quien mencionó: “la profesión médica
debe reconocer este magnífi co recurso terapéutico”.
El doctor Kirby Collier y el doctor Harry Tiebout ponen en contacto a
Alcohólicos Anónimos con la Asociación Médica Norteamericana en 1946.
En 1949 la Asociación Siquiátrica Americana pidió a Alcohólicos Anónimos
que presentara una ponencia; ésta se encuentra en el folleto Tres charlas
a sociedades médicas. En 1951 se otorgó a Alcohólicos Anónimos el premio
Lasker por la Asociación Norteamericana de Salud Pública.
También es digno de mencionar que para el crecimiento de Alcohólicos
Anónimos han participado varios ministros religiosos como son el Padre Edward
Dowling y el Reverendo Sam Shoemaker, así como la Hermana Sor Ignacia.
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Alcohólicos Anónimos es el eslabón perdido de una serie de acontecimientos
que ya habían venido sucediendo de manera aislada en la medicina y en la
religión. Para complementar esta base piramidal hacía falta la experiencia y el
sufrimiento del enfermo de alcoholismo para completar este triángulo.
El programa de Alcohólicos Anónimos está basado en Doce Pasos que
van a servir para la recuperación del alcohólico. Estos pasos a su vez se
pueden resumir en Cinco Conceptos Básicos, que son los siguientes:
I] Admitir el alcoholismo.
II] Análisis de la personalidad y catarsis.
III] Reajuste de las relaciones interpersonales.
IV] Convencimiento de un Poder Superior o Factor X que puede
devolver el sano juicio.
V] Trabajando con otros.
I. Admitir el alcoholismo. Este concepto está implícito en el Primer Paso,
en donde se hace mención de que por el alcoholismo se ha llevado una vida
ingobernable. En los albores de Alcohólicos Anónimos, se pensaba que el
alcohólico para iniciar un proceso de recuperación tenía que haber tocado
fondo, es decir, haber arrastrado una serie de sufrimientos para aceptar
que se era un alcohólico. Actualmente sabemos que eso ya no es necesario,
ni tampoco que ese individuo haya llegado a una edad determinada para
poder considerarlo como alcohólico, basta con darse cuenta de que el
alcohol está ocasionando problemas en cualquier área de su vida, bien que
se ha perdido la habilidad para manejar los tragos.
El alcohólico debe estar consciente de que padece una adicción física, que
conforme va progresando lo hunde cada vez más, que conforme se va bebiendo
más cada día, también se disfruta menos en la vida; se pasa de desear un
trago a una verdadera necesidad. Se llega a un momento en que parece que
el alcohol lo cura todo; aquí se presenta un problema, el alcohólico se siente
enfermo cuando deja de beber. Es posible que el cuerpo esté a punto de la
muerte física debido al daño alcohólico, pero la mente desea una copa más.
El alcohólico debe estar consciente de que cuando bebe, en el interior de su
cuerpo se desarrolla una enfermedad física, y que la única manera de poder
detener esa obsesión mental y compulsión física es admitiendo y aceptando
que se tienen problemas al establecer contacto con el alcohol, y que esto no
se puede resolver aun cuando se tomen medidas coercitivas.
Cuando se admite que se es alcohólico, un proceso de recuperación
física se inicia, una reformación anímica eleva al alcohólico a continuar
superándose cada día una sola vez, e ir en búsqueda de horizontes que de
andar bebiendo ni siquiera se sueña que existan. Para esto es necesaria la
aceptación alma adentro de este Primer Paso.
II. Este Segundo Concepto Básico de Alcohólicos Anónimos menciona
sintéticamente que al alcohólico se le hace necesario llevar a efecto un
exhaustivo análisis de su personalidad y realizar una catarsis.
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La medicina menciona sobre este aspecto que el alcohólico debe ser analizado
y llevar a efecto una completa y honesta catarsis o confesión mental.
La religión recomienda que el alcohólico debe hacer un riguroso examen
de conciencia, realizar un inventario moral y someterse a un franco
autoexamen, para después poder realizar la catarsis de lo encontrado.
En los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos observamos que esto se
encuentra en los Pasos Cuarto y Quinto, que son parte medular para que el
alcohólico logre a través de ellos un soporte con bases fi rmes, para llegar a
conocerse a sí mismo. El alcohólico al llegar a estos pasos debe de someterse
y estar dispuesto a investigar todas aquellas condiciones y motivaciones
que lo llevaban a ingerir el primer trago. A través de este concepto y de
estos Pasos, el alcohólico va a conocer su verdadera personalidad y los
trastornos de la misma desde que tiene uso de razón. Está demostrado el
día de hoy que gran parte de los trastornos de la personalidad que aquejan
al alcohólico han sido ocasionados por traumas durante su infancia, a veces
en esa relación paterno-maternal. Se sugiere que el paciente haga por
escrito una relación lo más estricta posible de todo aquello que recuerde
desde su niñez hasta la edad adulta. Para ello en ocasiones es necesaria
la práctica de algún retiro espiritual para confrontarse a sí mismo;
seguramente encontrará heridas dolorosas que volverán a sangrar, que
pueden ocasionarle profundos dolores espirituales, pero debemos recordar
que el dolor es la piedra angular para el crecimiento espiritual.
Ese inventario moral reviste capital importancia para que el alcohólico
alcance su sobriedad. Cuando éste llega a la aceptación de sus problemas
y se da cuenta de que éstos son tan serios que le pueden llegar a causar la
muerte más tarde o más temprano, de que el alcoholismo es una forma de
suicidio lenta pero segura, es cuando debe proceder a hacer una evaluación
de su problema.
Este análisis debe de comprender desde antes de sus inicios en el
alcoholismo, así como su vida en la actividad alcohólica. Cada vez que
siente la necesidad de beber, que escribe su estado de ánimo en esos
precisos momentos, qué y cuáles son sus sentimientos respecto a la vida,
qué ambiente está pasando en ese instante y qué cosas le gustaría modifi car
a cambio de un trago.
El Quinto Paso, comprendido en este Concepto, menciona el hecho de
que el alcohólico debe admitir ante sí mismo y ante otro ser humano, la
naturaleza de sus faltas, es decir una vez conocidas las fallas habrá que
confesarlas, realizar esa catarsis frente a una persona a la que se considere
con capacidad moral y espiritual para entender el problema. Esto es tan
importante que se vuelve a mencionar en el Décimo Paso.
Una vez que se ha realizado la práctica de este Cuarto y Quinto Paso, el
alcohólico va a sentirse reconfortado y va a descubrir la verdadera alegría
de vivir sin alcohol.
III. El Tercer Concepto menciona: “Hacer un reajuste en las relaciones
interpersonales”. Sobre este particular la medicina sugiere que graves
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defectos de la personalidad deben ser eliminados, a través del exacto
conocimiento de sí mismo, y un reajuste sincero de la realidad. En tanto que
la religión menciona que: “los defectos de carácter o pecados pueden ser
eliminados adquiriendo más honestidad, humildad, tolerancia, generosidad
y amor, eliminando el egoísmo”.
No se concibe la vida de un alcohólico que siga atormentándose por el
daño que pudo haber llegado a causar en primer lugar a aquellos seres que
más quiere; si realizó algún tipo de daños no tanto físicos sino espirituales
durante su actividad alcohólica, es que no estaba consciente de ellos, no
fue culpable, pero cuando ha empezado un proceso de recuperación tiene
que darse cuenta de su incorporación a ese sitio que perdió.
Debemos estar conscientes de que el alcoholismo es una enfermedad
compleja, que el beber de una manera anormal es un síntoma de mal
ajuste personal en la vida; el alcohólico es extremadamente sensible,
emocionalmente inmaduro, es exagerado en sus exigencias con los demás
y para con él mismo, y ha fracasado en el ideal de la perfección. Al no
cumplirse esos sueños, se escapa de la realidad para refugiarse en una
botella de alcohol, y ni siquiera los más grandes desastres ni el temor a la
muerte o a la locura le hace detener esa obsesión mental y compulsión física
por beber, y cometer esos daños a esos seres que dice él más querer.
Es a través de este Tercer Concepto como se puede llegar a sensibilizar
este problema, y esto lo podemos encontrar en el desglose de los Pasos
Octavo y Noveno. El alcohólico debe estar plenamente convencido de que
habrá cosas que no se van a poder reparar jamás, pero a través de un
cambio de juicios y de actitudes es probable que lo logre. Se debe ser
persistente en este Concepto, se debe buscar y tratar de imponer un cambio
en el estilo de vida, si se quiere salvar la vida y la de aquellos que se llegó
a lesionar con el alcohol.
IV. El convencimiento de la existencia de un Poder Superior es el
enunciado de este Cuarto Concepto. Sobre este particular la medicina dice
que el alcohólico-neurótico se retira de la vida, es el retrato de la angustia
y la anormal autopreocupación, que se aleja del rebaño humano.
La religión afi rma que el problema básico del alcohólico es la preocupación
por sí mismo. Lleno de terror y egoísmo ha olvidado el concepto de
hermandad entre los hombres. Tan grave es este deterioro que el alcohólico
se ha olvidado hasta de su creador, se le borra y se le pierde de su mente
toda imagen de Dios.
Alcohólicos Anónimos le da la oportunidad de no creer en Dios,
simplemente le dice que ponga su vida y su voluntad al cuidado de AA. Muchos
alcohólicos recorren el camino de la fe sin fe. La fe es creer, es verdad,
en una capitalización de la experiencia de los demás. Bienaventurados los
perezosos porque ellos encontrarán formas más fáciles de hacer las cosas.
Bill escribió una carta en la cual decía lo siguiente: “¿Hasta dónde debe el
alcohólico buscar su dependencia de Dios? Es un asunto que no corresponde
defi nir a AA. Si el alcohólico está en una religión, si está en ésa o en aquélla,
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no le concierne para nada a AA, yo no creo que esto le concierna a algunos
de los miembros. Eso es asunto de Dios”.
Esta tendencia a creer en un Poder Superior como cada quien lo conciba,
se empieza a observar desde el Segundo Paso, el Tercer Paso ya se refi ere
específi camente a ese Poder Superior, el Quinto Paso refi ere tratar de
admitir ante ese Poder Superior todas nuestras faltas, el Sexto Paso dice
que lo dejemos todo a Dios para que los defectos de carácter desaparezcan.
Lo mismo menciona el Séptimo Paso, ya que a través del Undécimo Paso,
a través de la oración y la meditación, se va a tener un contacto más
consciente con El.
Se menciona que el alcohólico tiene que sufrir un proceso de conversión.
Al respecto, escribe William James: “Convertirse, regenerarse, recibir la
gracia, experimentar la religión, adquirir seguridad, todas esas frases
denotan el proceso, repentino o gradual, por el cual un yo dividido hasta
aquel momento, conscientemente equivocado, inferior e infeliz, se torna
unifi cado y conscientemente feliz, superior y correcto, como consecuencia
de sostenerse en realidades religiosas”. Esto es lo que en términos generales
signifi ca conversión, creemos o no que se precisa una actividad divina y
directa para provocar ese cambio moral.
Existen personas que han hecho de esta parte del programa como que en
Alcohólicos Anónimos se evangeliza, o bien que se trata de que el alcohólico
se le va a introducir a una religión determinada.
Es necesario hacer hincapié en que cualquier alcohólico que admita que
tiene problemas en su manera de beber puede considerarse un miembro
de Alcohólicos Anónimos. Sin tener que observar ningún tipo de creencias
religiosas. Todo el programa de Alcohólicos Anónimos es sugerido.
V. El último y Quinto Concepto básico no deja de ser menos importante que
los anteriores. Se refi ere específi camente a trabajar con otros alcohólicos.
La medicina hace mención de que el alcohólico tiene que encontrar a través
de un proceso de recuperación ocupaciones diferentes, actividades sociales
o bien encontrar un hobby que llene su vida en lugar del alcohol. En tanto
que la religión hace mención de que el alcohólico debe aprender el poder
curativo de un nuevo afecto, servir a los hombres como a Dios. Debe perder
su vida para encontrarla, debe buscar olvido del Yo, al servicio de los demás,
pues la fe sin obras es letra muerta.
Esta idea de trabajar con otros o pasar el mensaje, como se dice en
Alcohólicos Anónimos, ya se había estado practicando desde 1840 con los
Grupos Washingtonianos, porque ayudando a otros se ayuda a sí mismo.
En Alcohólicos Anónimos esto lo observamos en la última parte del
programa, o sea en el Paso Doce, en el cual se menciona que “una vez
obtenido un despertar espiritual” se estará capacitado para llevar este
mensaje al alcohólico que sufre.
Para trabajar en esta parte del programa no se piense que Alcohólicos
Anónimos va a absorber por tiempo completo al alcohólico recuperado. Esto
se va a lograr cuando del alcohólico brote ese espíritu de servicio, y cuando
7
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se dé cuenta de que al dejar de beber en Alcohólicos Anónimos ha contraído
un compromiso de responsabilidad, y que tiene una deuda de gratitud para
con aquellos que le han salvado la vida.
Pasar la dádiva o el mensaje se puede hacer de diferentes formas, de
una manera directa de alcohólico frente a otro, o bien a través de todos los
comités de servicios que existen dentro de la agrupación.
Para sintetizar, estamos conscientes de que en Alcohólicos Anónimos
tratamos de tener presente que jamás podremos tocar sino una parte del
problema total del alcohol. Alcohólicos Anónimos es el lazo de unión entre
la medicina y la religión, el eslabón tanto tiempo buscado en la cadena de
recuperación del alcohólico.
El programa funciona, y debe decirse que cualquiera que sea este
misterioso proceso, ciertamente ha dado buenos resultados, y para el
alcohólico que está en el camino que conduce al manicomio o al cementerio,
cualquier cosa que dé buenos resultados, debe ser digna de tomarse en
cuenta.
Nota
El doctor Arturo Moreno es Médico general egresado de la UAP, exmédico
Forense del 2° distrito de Morelos. Diplomado por el Cesaal (Centro de
Estudios Sobre el Alcohol y el Alcoholismo) y es miembro del Conadic de
Morelos.